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domingo, 10 de diciembre de 2017

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY DOMINGO 10 DICIEMBRE 2017, II DOMINGO DE ADVIENTO


2 Domingo de Adviento – Ciclo B
Domingo 10 de diciembre de 2017

“Preparad el Camino“



Primera lectura

Lectura del libro de Isaías (40,1-5.9-11):

«Consolad, consolad a mi pueblo, –dice vuestro Dios–; hablad al corazón de Jerusalén, gritadle, que se ha cumplido su servicio, y está pagado su crimen, pues de la mano del Señor ha recibido doble paga por sus pecados.»
Una voz grita: «En el desierto preparadle un camino al Señor; allanad en la estepa una calzada para nuestro Dios; que los valles se levanten, que montes y colinas se abajen, que lo torcido se enderece y lo escabroso se iguale. Se revelará la gloria del Señor, y la verán todos los hombres juntos –ha hablado la boca del Señor–.»
Súbete a un monte elevado, heraldo de Sión; alza fuerte la voz, heraldo de Jerusalén; álzala, no temas, di a las ciudades de Judá: «Aquí está vuestro Dios. Mirad, el Señor Dios llega con poder, y su brazo manda. Mirad, viene con él su salario, y su recompensa lo precede. Como un pastor que apacienta el rebaño, su brazo lo reúne, toma en brazos los corderos y hace recostar a las madres.»

Palabra de Dios

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Salmo

Salmo Responsorial: 84,9ab-10.11-12.13-14

R/. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación

Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos.»
La salvación está ya cerca de sus fieles,
y la gloria habitará en nuestra tierra. R/.

La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo. R/.

El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
la salvación seguirá sus pasos. R/.

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Segunda lectura

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pedro (3,8-14):

No perdáis de vista una cosa: para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no tarda en cumplir su promesa, como creen algunos. Lo que ocurre es que tiene mucha paciencia con vosotros, porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se conviertan. El día del Señor llegará como un ladrón. Entonces el cielo desaparecerá con gran estrépito; los elementos se desintegrarán abrasados, y la tierra con todas sus obras se consumirá. Si todo este mundo se va a desintegrar de este modo, ¡qué santa y piadosa ha de ser vuestra vida! Esperad y apresurad la venida del Señor, cuando desaparecerán los cielos, consumidos por el fuego, y se derretirán los elementos. Pero nosotros, confiados en la promesa del Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva en que habite la justicia. Por tanto, queridos hermanos, mientras esperáis estos acontecimientos, procurad que Dios os encuentre en paz con él, inmaculados e irreprochables.

Palabra de Dios

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Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,1-8):

Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Está escrito en el profeta Isaías: «Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino. Una voz grita en el desierto: “Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos.”»
Juan bautizaba en el desierto; predicaba que se convirtieran y se bautizaran, para que se les perdonasen los pecados. Acudía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaban sus pecados, y él los bautizaba en el Jordán. Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre.
Y proclamaba: «Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.»

Palabra del Señor

miércoles, 6 de diciembre de 2017

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 6 DICIEMBRE 2017


Lecturas de hoy Miércoles de la 1ª semana de Adviento
Hoy, miércoles, 6 de diciembre de 2017




Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (25,6-10a):

EN aquel día, preparará el Señor del universo para todos los pueblos,
en este monte, un festín de manjares suculentos,
un festín de vinos de solera;
manjares exquisitos, vinos refinados.
Y arrancará en este monte
el velo que cubre a todos los pueblos,
el lienzo extendido sobre a todas las naciones.
Aniquilará la muerte para siempre.
Dios, el Señor, enjugará las lágrimas de todos los rostros,
y alejará del país el oprobio de su pueblo
—lo ha dicho el Señor—.
Aquel día se dirá: «Aquí está nuestro Dios.
Esperábamos en él y nos ha salvado.
Este es el Señor en quien esperamos.
Celebremos y gocemos con su salvación,
porque reposará sobre este monte la mano del Señor».

Palabra de Dios


Salmo
Sal 22,1-3a.3b-4.5.6

R/. Habitaré en la casa del Señor por años sin término

V/. El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas. R/.

V/. Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. R/.

V/. Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R/.

V/. Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (15,29-37):

EN aquel tiempo, Jesús, se dirigió al mar de Galilea, subió al monte y se sentó en él.
Acudió a él mucha gente llevando tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros; los ponían a sus pies, y él los curaba.
La gente se admiraba al ver hablar a los mudos, sanos a los lisiados, andar a los tullidos y con vista a los ciegos, y daban gloria al Dios de Israel.
Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:
«Siento compasión de la gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el camino».
Los discípulos le dijeron:
«¿De dónde vamos a sacar en un despoblado panes suficientes para saciar a tanta gente?».
Jesús les dijo:
«¿Cuántos panes tenéis?».
Ellos contestaron:
«Siete y algunos peces».
Él mandó a la gente que se sentara en el suelo. Tomó los siete panes y los peces, pronunció la acción de gracias, los partió y los fue dando a los discípulos, y los discípulos a la gente.
Comieron todos hasta saciarse y recogieron las sobras: siete canastos llenos.

Palabra del Señor.




Comentario al Evangelio de hoy miércoles, 6 de diciembre de 2017
Ciudad Redonda


Queridos amigos y amigas:

Si nos vestimos de esperanza, podremos entrar al festín de manjares suculentos. Un festín de abundancia mesiánica, con el mejor aceite del consuelo y el vino generoso de la espera. Un festín que el Señor prepara para todos los pueblos. Un festín que enjuga lágrimas y pone fin a toda ignominia. Un festín con la esmerada preparación del Dios comprometido enteramente con la humanidad.

Es el banquete en el que conversarán los mudos, degustarán con la vista los ciegos, podrán levantarse los lisiados y cojos, saltando cualquier preferencia en la mesa… Porque Dios ha volcado su misericordia sobre todos. Es el banquete que desarmará nuestra mortífera duda -«¿De dónde vamos a sacar en un despoblado panes suficientes para saciar a tanta gente?»-, multiplicada por la historia de desesperanza de este mundo: ¿Acabarán alguna vez la pobreza, el hambre, las guerras, la injusticia, el dolor…? «Comieron todos hasta saciarse y recogieron las sobras: siete cestas llenas», dice el texto de Mateo de este día. La realidad pone a prueba nuestra fe en la Palabra, ciertamente… ¿Dejaremos que triunfe la triste realidad? ¿Por qué no confiarnos a la profecía de la felicidad plena para todos y a la leve insinuación de Jesús? Él no nos recrimina la vacilación nociva, en esta escena de la multiplicación de los panes. Sencillamente, sigue actuando… y se produce el milagro.

En medio de tanto llanto, de tanto sufrimiento, de tanto dolor, Dios sigue guiándonos hacia la el festín mesiánico del amor, la bondad, la justicia, la fraternidad, la alegría... Seamos ingenuos, crédulos, para neutralizar cualquier duda de destrucción masiva, que haría girones el traje de la esperanza.

martes, 5 de diciembre de 2017

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 5 DICIEMBRE 2017


Lecturas de hoy Martes de la 1ª semana de Adviento
 Hoy, martes, 5 de diciembre de 2017



Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (11,1-10):

AQUEL día, brotará un renuevo del tronco de Jesé,
y de su raíz florecerá un vástago.
Sobre él se posará el espíritu del Señor:
espíritu de sabiduría y entendimiento,
espíritu de consejo y fortaleza,
espíritu de ciencia y temor del Señor.
Le inspirará el temor del Señor.
No juzgará por apariencias
ni sentenciará de oídas;
juzgará a los pobres con justicia,
sentenciará con rectitud a los sencillos de la tierra;
pero golpeará al violento con la vara de su boca,
y con el soplo de sus labios hará morir al malvado.
La justicia será ceñidor de su cintura,
y la lealtad, cinturón de sus caderas.
Habitará el lobo con el cordero,
el leopardo se tumbará con el cabrito,
el ternero y el león pacerán juntos:
un muchacho será su pastor.
La vaca pastará con el oso,
sus crías se tumbarán juntas;
el león como el buey, comerá paja.
El niño de pecho retozará junto al escondrijo de la serpiente,
y el recién destetado extiende la mano
hacia la madriguera del áspid.
Nadie causará daño ni estrago
por todo mi monte santo:
porque está lleno el país del conocimiento del Señor,
como las aguas colman el mar.
Aquel día, la raíz de Jesé
será elevada como enseña de los pueblos:
se volverán hacia ella las naciones
y será gloriosa su morada.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 71,1-2.7-8.12-13.17

R/. Que en sus días florezca la justicia
y la paz abunde eternamente.

V/. Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. R/.

V/. En sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra. R/.

V/. Él librará al pobre que clamaba,
al afligido que no tenía protector;
él se apiadará del pobre y del indigente,
y salvará la vida de los pobres. R/.

V/. Que su nombre sea eterno,
y su fama dure como el sol;
él sea la bendición de todos los pueblos,
y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (10,21-24):

EN aquella hora Jesús se lleno de la alegría en el Espíritu Santo y dijo:
«Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien.
Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar».
Y, volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte:
«¡Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron».

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy martes, 5 de diciembre de 2017
Ciudad Redonda


Queridos amigos y amigas:

¡Qué bien suena la voz de Isaías! El texto de este primer martes de Adviento llena de argumentos la ansiada llegada del Salvador. La era mesiánica es muy ambiciosa. Ojalá nuestras ambiciones fueran las que desgrana el profeta. Ambición de una paz universal. Ambición de una justicia desconocida. Ambición de una armonía increíble. Ambición de un rey ideal…

Nos perdemos en otras ambiciones, que nos dejan nublada la mente y seco el corazón.  Ambición de muestras de afecto y consideración. Ambición de protagonismo. Ambición de posesión de la verdad. Ambición de ser los primeros. Ambición de quedar bien. Ambiciones de poder y de tener… Ambiciones de esclavitud.

Necesitamos ambicionar los días de la era mesiánica. Días en que florezca la justicia del Mesías y abunde su paz. Días de principio para los pobres y desamparados. Días de fin para los injustos y violentos. Días de ciencia y discernimiento, de consejo y valor, de piedad y adoración –gratuita, claro- del Señor.

Estas ambiciones se las ha revelado el Padre a los sencillos de mirada profunda. A los humildes de espíritu. A quienes, sin hacer nada especial, se ganan la confianza del Padre, del Hijo y del Espíritu, porque son gente de confianza y esperanza sinceras. Buena Gente, que lleva la Buena Noticia de Jesús esgrafiada en el espejo del alma. Gente sencilla que le deja a Él guiar sus pasos, pequeños, quizá lentos, pero con rumbo certero hacia la Vida Nueva de los anhelos mesiánicos.

Ambicionad, anhelad, desead… el Día del Señor.

lunes, 4 de diciembre de 2017

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 4 DICIEMBRE 2017


Lecturas de hoy Lunes de la 1ª semana de Adviento
Hoy, lunes, 4 de diciembre de 2017



Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (2,1-5):

VISIÓN de Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y de Jerusalén.
En los días futuros estará firme
el monte de la casa del Señor,
en la cumbre de las montañas,
más elevado que las colinas.
Hacia él confluirán todas las naciones,
caminarán pueblos numerosos y dirán:
«Venid, subamos al monte del Señor,
a la casa del Dios de Jacob.
Él nos instruirá en sus caminos
y marcharemos por sus sendas;
porque de Sión saldrá la ley,
la palabra del Señor de Jerusalén».
Juzgará entre las naciones,
será árbitro de pueblos numerosos.
De las espadas forjarán arados,
de las lanzas, podaderas.
No alzará la espada pueblo contra pueblo,
no se adiestrarán para la guerra.
Casa de Jacob, venid;
caminemos a la luz del Señor.

Palabra de Dios



PRIMERA LECTURA (opcional para el año A) Is 4, 2-6

Lectura del libro de Isaías.

AQUEL día, el vástago del Señor será el esplendor y la gloria, y el fruto del país será orgullo y ornamento para los redimidos de Israel.
A los que queden en Sion y al resto de Jerusalén
los llamarán santos: todos los que en Jerusalén están inscritos para la vida.
Cuando el Señor haya lavado la impureza de las hijas de Sion
y purificado la sangre derramada en Jerusalén,
con viento justiciero, con un soplo ardiente,
creará el Señor sobre toda la extensión del monte Sion y sobre su asamblea una nube de día, un humo y un resplandor de fuego llameante de noche.
Y por encimo, la glora será un baldaquino
y una tienda, sombra en la canícula,
refugio y abrigo de la tempestad y de la lluvia.

Palabra de Dios.


Salmo
Sal 121,1-2.4-5.6-7.8-9

R/. Vamos alegres a la casa del Señor.

V/. ¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén. R/.

V/. Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor. R/.

V/. Según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David. R/.

V/. Desead la paz a Jerusalén:
«Vivan seguros los que te aman,
haya paz dentro de tus muros,
seguridad en tus palacios». R/.

V/. Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir: «La paz contigo».
Por la casa del Señor, nuestro Dios,
te deseo todo bien. R/.



Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (8,5-11):


EN aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole:
«Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho».
Le contestó:
«Voy yo a curarlo».
Pero el centurión le replicó:
«Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; a mi criado: "Haz esto", y lo hace».
Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían:
«En verdad os digo que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos».

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy lunes, 4 de diciembre de 2017
Ciudad Redonda



Queridos amigos y amigas:

¡Feliz Adviento recién estrenado! Os deseo un tiempo de descubrimiento de Dios -Él siempre es novedad-, un tiempo de gracia, un tiempo de cordura, un tiempo de confianza. Un tiempo –¡Cómo no!- de Esperanza. Un auténtico Tiempo Fuerte.

El profeta Isaías ya se deja escuchar. Una voz henchida de esperanza. Un grito de «hay futuro», cuando nos damos cuenta de que Dios actúa. Un caudal de vida que desahoga y nos arrastra hasta el monte de la casa del Señor.

¿Cuántas veces hemos soñado -y cantado- arados nuevos de espadas viejas y lanzas desechadas para construir podaderas? ¿Cuántas veces hemos orado para que no levante la espada pueblo contra pueblo, ni hermano contra hermano?  Pues seguiremos soñando y cantando y rezando, porque nos queda todavía mucha esperanza por recorrer. Una bendita esperanza, que nos sacude para seguir aprendiendo los caminos del Señor. Una bendita esperanza, que nos saca de cualquier postración y nos yergue al encuentro del Salvador.

Y es que hemos de mirar bien, a ver si tenemos, en algún rincón del alma, un «criado», o más de uno, que necesita sanar. Una parálisis que nos hace sufrir, pero que -en un tiempo fuerte como éste- nos motiva para salir al encuentro del Único capaz de sanar. Si es así, necesitamos la fe del centurión del Evangelio de Mateo. Una fe que es esperanza. Una fuerza que abre nuestras vidas al camino de la salvación.

Si Él nos encuentra con esa bendita esperanza, confiando que una sola palabra suya puede sanarnos, nos invitará a entrar en el banquete del Reino y nosotros nos sentiremos seguros, vestidos para la ocasión. Entremos, pues, a la Fiesta… ¿O todavía no?

domingo, 3 de diciembre de 2017

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 3 DICIEMBRE 2017 - PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO


1 Domingo de Adviento – Ciclo B
Domingo 3 de diciembre de 2017

“Estad en vela“





Primera lectura

Lectura del libro de Isaías (63,16b-17.19b;64,2b-7):

Tú, Señor, eres nuestro padre, tu nombre de siempre es «Nuestro redentor». Señor, ¿por qué nos extravías de tus caminos y endureces nuestro corazón para que no te tema? Vuélvete, por amor a tus siervos y a las tribus de tu heredad. ¡Ojalá rasgases el cielo y bajases, derritiendo los montes con tu presencia! Bajaste y los montes se derritieron con tu presencia, jamás oído oyó ni ojo vio un Dios, fuera de ti, que hiciera tanto por el que espera en él. Sales al encuentro del que practica la justicia y se acuerda de tus caminos. Estabas airado, y nosotros fracasamos; aparta nuestras culpas, y seremos salvos. Todos éramos impuros, nuestra justicia era un paño manchado; todos nos marchitábamos como follaje, nuestras culpas nos arrebataban como el viento. Nadie invocaba tu nombre ni se esforzaba por aferrarse a ti; pues nos ocultabas tu rostro y nos entregabas en poder de nuestra culpa. Y, sin embargo, Señor, tú eres nuestro padre, nosotros la arcilla y tú el alfarero: somos todos obra de tu mano.

Palabra de Dios

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Salmo

Salmo 79,2ac.3b.15-16.18-19

R/. Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve

Pastor de Israel, escucha,
tú que te sientas sobre querubines, resplandece.
Despierta tu poder y ven a salvarnos. R/.

Dios de los ejércitos, vuélvete:
mira desde el cielo, fíjate, ven a visitar tu viña,
la cepa que tu diestra plantó,
y que tú hiciste vigorosa. R/.

Que tu mano proteja a tu escogido,
al hombre que tú fortaleciste.
No nos alejaremos de ti;
danos vida, para que invoquemos tu nombre. R/.

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Segunda lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (1,3-9):

La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean con vosotros. En mi acción de gracias a Dios os tengo siempre presentes, por la gracia que Dios os ha dado en Cristo Jesús. Pues por él habéis sido enriquecidos en todo: en el hablar y en el saber; porque en vosotros se ha probado el testimonio de Cristo. De hecho, no carecéis de ningún don, vosotros que aguardáis la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. Él os mantendrá firmes hasta el final, para que no tengan de qué acusaros en el día de Jesucristo, Señor nuestro. Dios os llamó a participar en la vida de su Hijo, Jesucristo, Señor nuestro. ¡Y él es fiel!

Palabra de Dios

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Lectura del santo evangelio según san Marcos (13, 33-37):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Mirad, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejó su casa, y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: ¡Velad!»

Palabra del Señor

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Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Mc 13, 33-37

UNA IGLESIA DESPIERTA

Jesús está en Jerusalén, sentado en el monte de los Olivos, mirando hacia el Templo y conversando confidencialmente con cuatro discípulos: Pedro, Santiago, Juan y Andrés. Los ve preocupados por saber cuándo llegará el final de los tiempos. A él, por el contrario, le preocupa cómo vivirán sus seguidores cuando ya no lo tengan entre ellos.

Por eso, una vez más, les descubre su inquietud: «Mirad, vivid despiertos». Después, dejando de lado el lenguaje terrorífico de los visionarios apocalípticos, les cuenta una pequeña parábola que ha pasado casi inadvertida entre los cristianos.

«Un señor se fue de viaje y dejó su casa». Pero, antes de ausentarse, «confió a cada uno de sus criados su tarea». Al despedirse solo les insistió en una cosa: «Vigilad, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa». Que, cuando venga, no os encuentre dormidos.

El relato sugiere que los seguidores de Jesús formarán una familia. La Iglesia será «la casa de Jesús» que sustituirá a «la casa de Israel». En ella, todos son servidores. No hay señores. Todos vivirán esperando al único Señor de la casa: Jesús, el Cristo. No lo han de olvidar jamás.

En la casa de Jesús nadie ha de permanecer pasivo. Nadie se ha de sentir excluido, sin responsabilidad alguna. Todos somos necesarios. Todos tenemos alguna misión confiada por él. Todos estamos llamados a contribuir a la gran tarea de vivir como Jesús. Él vivió siempre dedicado a servir al reino de Dios.

Los años irán pasando. ¿Se mantendrá vivo el espíritu de Jesús entre los suyos? ¿Seguirán recordando su estilo servicial a los más necesitados y desvalidos? ¿Le seguirán por el camino abierto por él? Su gran preocupación es que su Iglesia se duerma. Por eso les insiste hasta tres veces: «Vivid despiertos». No es una recomendación a los cuatro discípulos que le están escuchando, sino un mandato a los creyentes de todos los tiempos: «Lo que os digo a vosotros os lo digo a todos: velad».

El rasgo más generalizado de los cristianos que no han abandonado la Iglesia es seguramente la pasividad. Durante siglos hemos educado a los fieles para la sumisión y la obediencia. En la casa de Jesús, solo una minoría se siente hoy con alguna responsabilidad eclesial.

Ha llegado el momento de reaccionar. No podemos seguir aumentando aún más la distancia entre «los que mandan» y «los que obedecen». Es pecado promover el desafecto, la mutua exclusión o la pasividad. Jesús nos quería ver a todos despiertos, activos, colaborando con lucidez y responsabilidad en su proyecto del reino de Dios.

sábado, 2 de diciembre de 2017

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 2 DICIEMBRE 2017


Lecturas de hoy Sábado de la 34ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, sábado, 2 de diciembre de 2017



Primera lectura
Lectura de la profecía de Daniel (7,15-27):

Yo, Daniel, me sentía agitado por dentro, y me turbaban las visiones de mi fantasía. Me acerqué a uno de los que estaban allí en pie y le pedí que me explicase todo aquello. 
Él me contestó, explicándome el sentido de la visión: «Esas cuatro fieras gigantescas representan cuatro reinos que surgirán en el mundo. Pero los santos del Altísimo recibirán el Reino y lo poseerán por los siglos de los siglos.» 
Yo quise saber lo que significaba la cuarta fiera, diversa de las demás; la fiera terrible, con dientes de hierro y garras de bronce, que devoraba y trituraba y pateaba las sobras con las pezuñas; lo que significaban los diez cuernos de su cabeza, y el otro cuerno que le salía y eliminaba a otros tres, que tenía ojos y una boca que profería insolencias, y era más grande que los otros. Mientras yo seguía mirando, aquel cuerno luchó contra los santos y los derrotó. Hasta que llegó el anciano para hacer justicia a los santos del Altísimo, y empezó el imperio de los santos.
Después me dijo: «La cuarta bestia es un cuarto reino que habrá en la tierra, diverso de todos los demás; devorará toda la tierra, la trillará y triturará. Sus diez cuernos son diez reyes que habrá en aquel reino; después vendrá otro, diverso de los precedentes, que destronará a tres reyes; blasfemará contra el Altísimo e intentará aniquilar a los santos y cambiar el calendario y la ley. Dejarán en su poder a los santos durante un año y otro año y otro año y medio. Pero, cuando se siente el tribunal para juzgar, le quitará el poder, y será destruido y aniquilado totalmente. El poder real y el dominio sobre todos los reinos bajo el cielo serán entregados al pueblo de los santos del Altísimo. Será un reino eterno, al que temerán y se someterán todos los soberanos.

Palabra de Dios


Salmo
Dn 3,82.83.84.85.86.87

R/. Ensalzadlo con himnos por los siglos

Hijos de los hombres, 
bendecid al Señor. R/.

Bendiga Israel al Señor. R/.

Sacerdotes del Señor, 
bendecid al Señor. R/.

Siervos del Señor, 
bendecid al Señor. R/.

Almas y espíritus justos, 
bendecid al Señor. R/.

Santos y humildes de corazón, 
bendecid al Señor. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (21,34-36):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Tened cuidado: no se os embote la mente con el vicio, la bebida y los agobios de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra. Estad siempre despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está por venir y manteneros en pie ante el Hijo del hombre.»

Palabra del Señor





Comentario al Evangelio de hoy sábado, 2 de diciembre de 2017
Luis Manuel Suárez CMF



Queridos amigos:

Hoy es el último día del año litúrgico. Mañana comenzará el adviento.

La Palabra de este día contiene un mensaje breve, pero importante: nos invita a vivir despiertos y a mantenernos en pie. ¿Qué puede significar esto para ti?

Para algunos, vivir despiertos significará empezar a darse cuenta de las cosas; para otros, no dejar que las adicciones se adueñen de la vida; para otros, dejar de ser tan dependientes de otras personas y comenzar a caminar por uno mismo; para otros, no dejar que los agobios marquen el ritmo, respirar más hondo y tomar las cosas con más calma…

Vivir despiertos es vivir con los ojos abiertos. Y con esos ojos abiertos, ver las cosas como las ve Dios: con pasión, pero con horizonte. “Nada nos separará del amor de Dios”.

Vivir despiertos es tener sueños, pero no tenerlos tan elevados que suframos por no alcanzarlos.

Vivir despiertos es tener los pies en la tierra y la mirada en el cielo. En ese “equilibrio” en el que vivió Jesús.

Y mantenerse en pie, en medio de los cambios, las luchas, las dificultades. Así nos quiere Jesús ante él.

“Estad siempre despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está por venir y manteneros en pie ante el Hijo del hombre”. Que así sea. Y feliz entrada en el tiempo de Adviento-Navidad.

Vuestro hermano en la fe: 
Luis Manuel Suárez CMF (@luismanuel_cmf)

viernes, 1 de diciembre de 2017

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 1 DICIEMBRE 2017


Lecturas de hoy Viernes de la 34ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, viernes, 1 de diciembre de 2017




Primera lectura
Lectura de la profecía de Daniel (7,2-14):

Yo, Daniel, tuve una visión nocturna: los cuatro vientos del cielo agitaban el océano. Cuatro fieras gigantescas salieron del mar, las cuatro distintas. La primera era como un león con alas de águila; mientras yo miraba, le arrancaron las alas, la alzaron del suelo, la pusieron de pie como un hombre y le dieron mente humana. La segunda era como un oso medio erguido, con tres costillas en la boca, entre los dientes. 
Le dijeron: «¡Arriba! Come carne en abundancia.»
Después vi otra fiera como un leopardo, con cuatro alas de ave en el lomo y cuatro cabezas. Y le dieron el poder. Después tuve otra visión nocturna: una cuarta fiera, terrible, espantosa, fortísima; tenía grandes dientes de hierro, con los que comía y descuartizaba, y las sobras las pateaba con las pezuñas. Era diversa de las fieras anteriores, porque tenía diez cuernos. Miré atentamente los cuernos y vi que entre ellos salía otro cuerno pequeño; para hacerle sitio, arrancaron tres de los cuernos precedentes. Aquel cuerno tenía ojos humanos y una boca que profería insolencias. Durante la visión, vi que colocaban unos tronos, y un anciano se sentó; su vestido era blanco como nieve, su cabellera como lana limpísima; su trono, llamas de fuego; sus ruedas, llamaradas. Un río impetuoso de fuego brotaba delante de él. Miles y miles le servían, millones estaban a sus órdenes. Comenzó la sesión y se abrieron los libros. Yo seguía mirando, atraído por las insolencias que profería aquel cuerno; hasta que mataron a la fiera, la descuartizaron y la echaron al fuego. A las otras fieras les quitaron el poder, dejándolas vivas una temporada. Mientras miraba, en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo como un hijo de hombre, que se acercó al anciano y se presentó ante él. Le dieron poder real y dominio; todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin.

Palabra de Dios


Salmo
Dn 3,75.76.77.78.79.80.81

R/. Ensalzadlo con himnos por los siglos

Montes y cumbres, 
bendecid al Señor. R/.

Cuanto germina en la tierra, 
bendiga al Señor. R/.

Manantiales, 
bendecid al Señor. R/.

Mares y ríos, 
bendecid al Señor. R/.

Cetáceos y peces, 
bendecid al Señor. R/.

Aves del cielo, 
bendecid al Señor. R/.

Fieras y ganados, 
bendecid al Señor. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (21,29-33):

En aquel tiempo, expuso Jesús una parábola a sus discípulos: «Fijaos en la higuera o en cualquier árbol: cuando echan brotes, os basta verlos para saber que el verano está cerca. Pues, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios. Os aseguro que antes que pase esta generación todo eso se cumplirá. El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán.»

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy viernes, 1 de diciembre de 2017
Luis Manuel Suárez CMF



Queridos amigos:

La naturaleza tiene sus ritmos. Y muchas veces nos da señales de lo que está llegando: tiempos de sequía que suceden a tiempos de lluvias, subida o bajada de las temperaturas, semillas que comienzan a crecer… Y el ser humano va siendo capaz de prever esos ritmos, para responder adecuadamente y adaptarse a las necesidades.

Hoy Jesús nos hace una indicación: igual que cuando el árbol echa sus brotes sabemos que el verano está cerca, hemos de ser capaces de distinguir los signos que apuntan al Reino de Dios.

El Reino de Dios es lo contrario al reinado de la mentira, del mal, del horror, tan presentes en nuestro mundo. Es el reinado de Dios y su justicia, que comienza a hacerse presente en nuestro mundo y que esperamos que llegue a ser pleno al final de los tiempos. Ahora vemos los brotes… que llegarán a dar todo su fruto en la eternidad.

Igual que el ser humano ha ido mejorando su capacidad de observar la naturaleza y predecir sus ritmos, Jesús nos invita a que como creyentes y como Iglesia avancemos en descubrir por dónde quiere Dios y su Reino abrirse camino hoy en día. Para ello puede servirnos la letra de esta canción, que quizá conozcas, que está inspirada en el Salmo 71:

Tu Reino es vida, Tu Reino es verdad; 
Tu Reino es justicia, Tu Reino es paz; 
Tu Reino es gracia, Tu Reino es amor: 
venga a nosotros Tu Reino, Señor.

¿Qué realidades descubro a mi alrededor que ayudan a crecer la vida y la verdad? ¿Qué favorece la justicia y la paz? ¿Por dónde asoman la gracia –la gratuidad- y el amor? Descubrir los signos del Reino, en mi corazón y a mi alrededor, para acogerlos, cuidarlos y hacerlos crecer… como un pequeño brote que puede dar un gran fruto.

Eso le pedimos al Padre, en el Espíritu, cada vez que rezamos la oración de Jesús: “Venga a nosotros tu Reino”. Eso es el Reino: un regalo que quiere hacerse tarea en nosotros. Para ello, necesitamos desarrollar nuestra sensibilidad: ¿por dónde apunta, hoy, el Reino de Dios, para poder acogerlo y favorecerlo?

Vuestro hermano en la fe: 
Luis Manuel Suárez CMF (@luismanuel_cmf)

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